Las calderas, tienen capacidad individual productiva de vapor de 330 Tn/hora destinada a la alimentación de dos turbinas de generación eléctrica, lo que permite asegurar el suministro requerido con la sola actividad de dos de ellas. Entre sus prestaciones también se encuentra el aprovechamiento de gases residuales generados en la planta refinera, como en el caso del gas de síntesis a baja presión y poco poder calórico devenido de los procesos del flexicoque y RFG (Reformulated Gasoline). A su capacidad de combustión de fluidos de difícil tratamiento se añade la emisión ultra baja de óxido de nitrógeno (NOx), todo ello con una ingeniería de detalle optimizada al máximo.
Cada caldera tiene un peso de 925 toneladas, con una altura de 16 metros, equivalente a un edificio de cinco pisos. Todas ellas serán fabricadas en las instalaciones de Lointek en Urduliz y, dado su tamaño, serán trasladadas modularmente a Perú en envíos que tendrán como punto de partida sus instalaciones de Zierbana, en el Puerto de Bilbao. El primero de los mismos está previsto para el primer semestre de 2019 para su posterior montaje en destino.