Nació en Durango en 1974 y estudió Ingeniería técnica en la Universidad del País Vasco. Nada más terminar los estudios empezó a trabajar en el departamento de I+D de Ormazabal y a finales de los 90 se incorporó a Diviprec, inicialmente en el área de producción, donde tras un periodo de adaptación asumió la gerencia en 2004. Para, diez años después, recoger el testigo de su progenitor al frente del grupo.
En la actualidad es CEO de un grupo formado por cinco empresas y seis plantas de producción pertenecientes a la familia Alberdi con actividades independientes que comparten sinergias desde el punto de vista comercial, focalizadas principalmente en los sectores de máquina herramienta y aeronáutica. Su pensamiento estratégico le ha llevado a “liderar con éxito procesos de desarrollo de negocio, digitalización, innovación y transformación cultural en todas las empresas”, reconoce la responsable.
La más antigua es Sidepalsa, creada en 1976 para el desarrollo de cambiadores automáticos de herramientas, cambiadores de pallets y sistemas de manipulación, y al final de la década surge Talleres Izurza. Con dos plantas en Izurtza, Sidepalsa desarrolla equipos para el sector de Máquina Herramienta.
A ellas se les suma Diviprec (Berriz), focalizada en el mecanizado de superprecisión; y Aeromec (Iurreta), centrada en el mecanizado para la industria aeronáutica. El último activo es Legutilan, en cuyo centro productivo de Legutiano se realiza el mecanizado de grandes dimensiones.
La plantilla global de las cinco empresas asciende a 125 personas. El grupo facturó 35 millones de euros en 2022, y cuentan con una cartera de trabajo que mantiene sus plantas al 100 por ciento de su capacidad productiva. Por esa razón, en 2022 invirtieron cinco millones de euros en la incorporación de nuevos medios productivos en Diviprec, Aeromec y Sidepalsa que, de seguir vendiendo al ritmo actual, aún no serán suficientes para responder a la demanda creciente.
El 40 por ciento de la facturación de grupo Alberdi procede de los mercados exteriores, donde ha desplegado una red comercial con agentes distribuidos por varios países europeos, con Italia y Alemania a la cabeza; China, India, Canadá, Francia, Chequia y Estados Unidos.
Su formación técnica y visión empresarial le ha permitido adoptar una ambiciosa estrategia comercial apoyada en la diversificación y en la internacionalización de las actividades principales de mecanizado (Diviprec y Aeromec), y de diseño y montaje de cambiadores de herramientas (Sidepalsa).
En esta gala, el jurado también destacó el trabajo de Lointek con el premio “Made in Euskadi” por el impacto internacional de su proyecto, que fue recogido por su CEO, Serafín Loroño.