Ormazabal invertirá 20 millones en su planta de Igorre para liderar la transición energética con tecnología libre de SF6

Ormazabal, empresa referente en soluciones tecnológicas para la red eléctrica, ha anunciado una inversión estratégica de 20 millones de euros en su planta de Igorre (Bizkaia), la mayor de la compañía. Esta inversión, que se desarrollará entre 2024 y 2026, permitirá ampliar su capacidad industrial, incorporar tecnologías de industria 4.0 y reforzar su apuesta por una transición energética sostenible, digital y eficiente.

Uno de los principales hitos de esta inversión es la puesta en marcha de una nueva línea de fabricación de celdas con tecnología libre de SF6, un gas con alto potencial contaminante. Esta nueva gama de productos, denominada cgm.zero24, responde a las crecientes demandas del sector eléctrico por soluciones más sostenibles y seguras, tanto a nivel nacional como internacional.

Con esta ampliación, Ormazabal convierte su planta de Igorre en un referente internacional en la producción de equipos libres de gases fluorados, consolidando su liderazgo tecnológico y su compromiso con una industria descarbonizada.

La iniciativa se alinea con la visión de Jorge González, CEO de Ormazabal, quien subraya que la transición energética representa una gran oportunidad para la reindustrialización del país, la creación de empleo cualificado y el impulso de una industria digital y competitiva. Actualmente, la planta cuenta con más de 600 profesionales y prevé seguir creciendo en empleo y actividad gracias a esta apuesta.

Además de la inversión productiva, Ormazabal mantiene un firme compromiso con la I+D+i. Solo en 2024, la empresa ha destinado cerca de 26 millones de euros a investigación, contando con un equipo de 115 personas dedicadas al desarrollo tecnológico. Estas acciones buscan optimizar procesos, reducir costes operativos, minimizar el impacto ambiental y fomentar soluciones para un sistema eléctrico más flexible, renovable y electrificado.

Desde FVEM, destacamos esta actuación como un ejemplo del potencial industrial de Bizkaia en la nueva economía energética, y del papel clave que pueden jugar nuestras empresas en la construcción de una red eléctrica más sostenible y resiliente, generando valor añadido y empleo de calidad en nuestro entorno.

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