El informe, encargado por el Ministerio de Trabajo, señala que la productividad en España ha sufrido un declive significativo en las últimas décadas, pasando de superar la media en 1991 a quedar por debajo en 2021. La OCDE recomienda fortalecer la conexión entre el ámbito laboral y el educativo, destacando la iniciativa de Tknika del Gobierno vasco como un ejemplo a seguir para mejorar la digitalización en las empresas, especialmente las PYMEs.
Además, la OCDE aboga por una remuneración vinculada al rendimiento para impulsar la productividad laboral. Este enfoque podría atraer a empleados/as más competentes y fomentar un mayor esfuerzo y calidad en el trabajo. A pesar de cierta resistencia sindical, la OCDE sugiere que el Gobierno español podría incentivar esta práctica mediante la difusión de información sobre las mejores prácticas y ofreciendo incentivos fiscales, similar a la exención fiscal introducida por Italia en 2015 que resultó en un aumento de la productividad laboral.
El director de Trabajo, Empleo y Asuntos Sociales de la OCDE, Stefano Scarpetta, enfatizó la importancia del diálogo social y la negociación colectiva para la implementación de estas medidas, incluyendo la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas, de manera que no afecte el crecimiento del PIB ni los resultados empresariales.
Este análisis de la OCDE pone de manifiesto la relevancia de adaptar las políticas laborales y educativas para fomentar una economía más dinámica y equitativa en España.