El plan contempla una inversión pública de 3.900 millones de euros hasta 2028, con el objetivo de movilizar 12.000 millones en inversión privada, alcanzando un total de 15.900 millones de euros en inversión público-privada.
La estrategia pone el foco en sectores tractores tradicionales (metalurgia, automoción, energía, fabricación avanzada, movilidad sostenible) y en sectores emergentes (aeroespacial, biosanitario, digitalización avanzada, redes inteligentes o combustibles renovables), además de priorizar la I+D+i, la descarbonización, el crecimiento empresarial y la atracción de talento, especialmente femenino, al ámbito industrial.
Una de las principales novedades es el impulso de 20 proyectos transformadores, articulados en torno a tres ejes: más industria, mejor industria y menos emisiones, alineados con las prioridades estratégicas europeas.
Desde FVEM valoramos muy positivamente esta hoja de ruta, que refuerza la importancia de la industria como motor de desarrollo, bienestar y empleo en Euskadi, y que nace de la colaboración público-privada, incluyendo a clústeres, organizaciones empresariales y empresas tractoras.
El documento se encuentra en proceso de socialización con los agentes económicos y sociales y se aprobará de forma definitiva tras el verano.