Los investigadores destacan que la IA ha pasado de ser una mera ficción especulativa a convertirse en un elemento fundamental del progreso tecnológico. Sin embargo, su papel como agente transformador sigue siendo objeto de debate. La capacidad de la IA para redefinir sectores de la sociedad dependerá tanto de sus avances tecnológicos como de cómo se utilice y regule esta herramienta.
El artículo también examina los precedentes históricos de otros avances disruptivos y los marcos éticos y filosóficos que afectan la percepción y desarrollo de la IA. Además, se consideran los retos sociales, técnicos y normativos necesarios para que la IA se convierta en un catalizador del cambio.
Del Ser y López Lobo subrayan la importancia de incluir perspectivas más allá de la tecnológica para evitar tratar la IA como una tecnología más. La dimensión ética y filosófica debe ser integral desde el principio, y conocer los factores humanos es crucial para lograr una IA transformadora.